La volumetría compacta del edificio y el uso de aislamiento térmico por el exterior (SATE) permiten reducir las pérdidas de calor en invierno y las excesivas ganancias en verano, disminuyendo significativamente las necesidades de calefacción y refrigeración y aumentando el confort térmico de los usuarios. Se ha cuidado especialmente que la colocación del SATE sea continua a lo largo de la superficie de los cerramientos de forma que la envolvente no presente puntos débiles.

Se han utilizado carpinterías exteriores de madera, así como vidrios de doble y triple cámara con gas argón, con valores de transmitancia térmica muy bajos. Además, las protecciones solares exteriores permiten reducir las ganancias térmicas en verano a través de las ventanas.

La Nueva Sede cuenta con una piel exterior de alta hermeticidad al aire, pero permeable al vapor de agua. El ensayo hermeticidad Blower-Door ha arrojado un resultado excelente, de tan sólo 0,39 renovaciones hora.

El sistema, que permite la extracción del aire interior viciado y su sustitución por aire limpio y filtrado procedente del exterior asegurando unos niveles de CO2 y de toxinas muy bajos. Emplea equipos de muy alta eficiencia en la recuperación de calor certificados por el Passivhaus Institut.